Están presentes en prácticamente todo el mundo, aunque prefieren los
                            climas húmedos y, una vez llegan a adultos, necesitan la presencia de
                            animales para subsistir. Es habitual encontrárselos en granjas, establos,
                            prados, recintos ecuestres, clubs de equitación, establos para vacas,
                            campos de golf, parques junto a lagos y ríos, etc.
                        
                            Morfología y biología
                            Los tábanos tienen una morfología similar a la de las moscas de gran
                                tamaño, con una longitud que puede llegar hasta las 2.5 cm. Su cuerpo es
                                fuerte y de colores oscuros (negro, marrón o gris) o, en algunos casos, de
                                tonos verdes o amarillos metalizados.
                            Tienen un dimorfismo sexual que influye en dos aspectos de su anatomía.
                                El primero de ellos está relacionado con su alimentación. Las hembras son
                                en su mayoría hematófagas por lo que presentan un aparato bucal fuerte
                                con el que son capaces de picar (morder) a mamíferos y aves. Los machos,
                                por el contrario, solo se alimentan de sustancias azucaradas como el polen
                                y el néctar de las flores.
                            La segunda diferencia se encuentra
                                en los ojos. En los machos se juntan
                                en la parte superior de la cabeza,
                                algo que no ocurre con las hembras.
                                Tienen una sola generación al año y
                                suele aparecer en los meses de
                                verano, cuando las condiciones
                                atmosféricas son especialmente
                                favorables: bochorno, alta humedad
                                relativa y bajas presiones. Necesitan
                                suelos empapados para el desarrollo
                                de sus huevos, larvas y pupas.
                            
                                
                                    
                                        
                                            
                                            Detalles de morfología de los tábanos. Izquierda: macho sin separación entre los ojos. Derecha: hembra con separación en los ojos.
                                         
                                     
                                 
                                
                            La hembra pone en una puesta entre 100 a 1000 huevos. Los huevos son
                                blancos al principio hasta que en pocas horas adquieren un tono marrón
                                o negro; suelen ser alargados y cilíndricos de 1 a 3 mm. Tardan una
                                semana en convertirse en pupas, estadio en el que permanecen hibernando
                                hasta verano, cuando se transforman en larvas.
                            El ciclo de vida de los tábanos varía según las condiciones ambientales
                                pero generalmente abarca desde unas pocas semanas hasta más de un
                                año. La vida de las hembras adultas oscila entre 30 y 60 días mientras que
                                la de los machos es más breve, muriendo tras la cópula.
                            
                                
                                    
                                        
                                            
                                            Ciclo de vida de los tábanos
                                         
                                     
                                  
                                  
            
                         
                        
                            Daños
                            Los principales daños son causados por las hembras de los tábanos
                                ya que, al alimentarse de la sangre del ganado, pueden llevar a una
                                disminución del peso y la producción de leche debido al estrés continuo que causan en los
                                animales. Además, las picaduras
                                pueden provocar infecciones
                                secundarias.
 
                            Los productores de
                                carne y leche enfrentan pérdidas
                                económicas significativas por
                                estos factores. En el caso de los
                                humanos, aunque los tábanos no
                                suelen transmitir enfermedades graves en estas latitudes.
 
                            En algunos países de fuera del continente europeo, los tábanos sí
                                transmiten enfermedades al ser humano, sus picaduras son dolorosas
                                y en algunos casos pueden causar reacciones alérgicas e
                                inflamación. La presencia de tábanos puede hacer incomodas
                                actividades agrícolas, turísticas o de ocio al aire libre dada las
                                molesticas provocadas por estos insectos.
                            
                                
                                    
                                    
                                        Daños causados por tábanos en animales